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En la huella de Henri Ey...

por Robert M.PALEM (Perpignan)
 
 

Había una vez Maestros de Psiquiatría...

Y uno de ellos, maestro "monumental" y fenómeno de plenitud y longevidad :

Henri EY

Y era que existía - ambas cosas están ligadas, indudablemente  - una Psicopatología floreciente en aquella época...y además, discípulos. Un discipulo es como lo dijo PlAGET "un homme al cual otro hombre hace soñar".

Problema de actualidad y cuestión de fondo, puesto que cómo hacer soñar, en 1997 con el DSM, las escalas de evaluación y el PMSI?

El ateorismo (anideísmo ?), pero quizás más aún el anhistoricismo, transmiten un cierto malestar a los estudiantes (europeos) de la psiquiatría conscientes de un modo un tanto confuso de un pasado rico - la psiquiatría es una invención franco-alemana de los siglos XIX y XX - del cual no hay porqué amputarse cuando sabemos que es el "complejo" americano no poseer un pasado, y que por "formación reactviva" quisieran hacernos creer que no lo necesitamos. Existe una historia de los conceptos, como existe una historia de las ideas. Existe una comprehensión histórica y genética de los conceptos y las ideas.

EY fué un gran psicopatólogo. Para él la psicopatología, de quien Ey está muy cerca de reconocer la equivalencia con "una clínica psiquiátrica [que] exige mucho más del espíritu de fineza que del espíritu de geometría, más de intuición que de racionalización", dicha psicopatología no es la interpretación psicológica exclusiva de los síntomas, sino la búsqueda del "sentido existencial" de los síndromes y cuadros clínicos. Toda "profundización del sentido y de las modalidades comprehensivas" de las psicosis y las neurosis es necesaria aquí para alcanzar la "estructura", "la forma misma de los niveles de organización del ser consciente reducido a no ser lo que debería ser, la dialéctica de la falta y del deseo, del déficit y de la intencionalidad" (1).

Acaso el téorico ha asifixiado al clínico, según la objeción que hacen algunos (BERCHERIE (2) )? Por supuesto, Ey lo niega: es únicamente en la experiencia clínica que puede aparecer la realidad de la desorganisación de las estructuras del ser consciente, y es ella quien provee la materia de su Organodinamismo.
Pero, mas allá de la refutabilidad siempre posible (y según algunos exigible: reivindicada por Ey) de la teoría Organodinámica, ella aporta un marco de trabajo y de coexistencia.

El interés práctico de la teoría de Ey es de ser suficientemente acojedora (abierta) y globalizante para que todas las otras teorías y prácticas puedan ocupar un lugar conservando su originalidad, el mérito de sus adquisiciones propias, de sus praxis. Pienso en particular al Psicoanálisis, del cual Ey decía que para él ninguna psiquiatría era concebible sin integrarlo, y sobrepasarlo también del lado de la Consciencia.

Existe en Montevideo un "Centro de Estudios e Investigaciones Psiquiátricas Henri Ey", con un programa de trabajo impresionante sobre la obra de Ey y sus aplicaciones prácticas (H.CASAROTTl), quién se interroga (1995), entre otras cosas, sobre lo que podría aportar la obra de Ey a la Psiquiatría Médico-Legal. Allí se observa que no son las neurosis y las psicosis quienes de nuestros días plantean problemas al Perito psiquiatra, sino los trastornos del carácter (en un sentido amplio) situados en lo alto de la pirámide de Ey y no en la base de la estructura del Yo. "Lo que le falta a ése Yo para ser completamente dueño de él mismo, es la consciencia de sus fines y de su proyecto de existencia, es decir la posibilidad trascendental de proponerlos como valores ético-históricos de su persona", dice Ey (3). Hay que interesarse entonces a la superestructura y no siempre y de manera privilegiada a los inferiora. Debemos, insiste Cl.BLANC (1995), terminar de escarbar, como una rata suicidante, hacia abajo: el Edipo, lo pregenital, lo arcaico, lo originario... Qué otra cosa que la nada, mas allá?.... Y si miráramos hacia arriba? Si remontamos la escalera?...

Pero Ey no es dualista, lo niega enérgicamente. Piensa por pares de opuestos, fundamentalmente, en buen tomista (4). Humanista experimentado, ha pasado lo más claro de su tiempo (como lo explica C. J.BLANC (5)) a retomar los lazos interrumpidos, a reunificar lo que otros habían separado, a reencontrar (reconstituir) el Hombre, origen y fin último de todas las cosas.

La gran lección de Ey es que el objeto de la psiquiatría no es el cerebro, la neurona, el espacio sináptico, la molécula... la consciencia o el inconsciente o el socius, sino el Hombre. La enfermedad mental no es sólo pérdida de habilidades, de facultades o funciones, de capacidades operatorias, de salario o de empleo: es una deshumanización, menos-valía contra más-de-ser.

Si Ey reclama una ontología del "cuerpo psíquico" (que se confunde con su ontogénesis), es, por supuesto, debido a su formación "clásica" y de humanista por un lado, y médica por otro lado (su biologismo), pero también porque ve aparecer alrededor de él, a través de técnicas o estrategias eventualmente operacionales y algunas veces eficaces, quienes son elevadas al rango de métodos y luego de filososfías más o menos implícitas de la vida y de otras formas de alienación. "Por todos lados surgen hoy imágenes de la naturaleza humana que corresponden al paradigma mismo de la locura, comenta C.J. BLANC, su mejor exegeta (en 1975). Los ejemplos van desde las concepciones materialistas (tipo PAVLOV o De CLERAMBAULT), hasta el "aparato psíquico" de los freudianos, del asesinato del sujeto "estructuralista" hasta las "máquinas deseantes" esquizológicas de DELEUZE y GUATTARI. La lista no es exhaustiva, por supuesto.

Ey desafía todos los procesos de intención. Es un pensador de la complejidad, de la contradicción, de las organisaciones, del devenir, un dialéctico demolidor de dogmas reductores, un arquitecto de la vida.

Cuando J.GRIGNON, de Lovaina, en 1980, nos hizo la pregunta "cuál es la incidencia de la teoría organo-dinámica y de la obra de Ey sobre vuestras prácticas psiquiátricas? ", le hicimos notar que muchos jóvenes psiquiatras estarían tentados a responder que no saben nada, aún cuando, movidos por una obscura mala consciencia o, mejor aún, por el sentimiento (mantenido por los mayores) de la inmensidad de los servicios rendidos, retomarían como propios las trivialidades de una cierta cultura psiquiátrico-humanista a través de las citaciones del Maestro (la psiquiatría como "patología de la libertad", la esquizofrenia como modo de no estar mas en el mundo", la psicogénesis como la "teoría de la identidad de la razón y la locura", la evolución psíquica como "paso de la ontogénesis a la ontología", etc.) (6) . Pero aún quedan suficientes testigos para poder responder a la pregunta: que huellas dejó en la memoria de aquellos que lo conocieron?

En breve, que se ha retenido de Ey ?...

El fué:

* un gran médico, humano y humanista,

* psiquiatra y filósofo (La Consciencia)

* un gran clínico (los "Etudes", la "Encyclopédie Médico-Chirurgicale", el Manual )

* un gran teórico (el Organo-dinamismo (7))

* un trabajador y luchador infatigable (el Sindicato de los psiquiatras de hospitales, el "Livre blanc", la Ley de 1968 sobre los Icapaces Mayores, los derechos del hombre: México 1971-Honolulu 1977)

* un modelo de continuidad, perseverancia, "fidelidad creadora" (para retomar junto a Claire JACQUELIN, una expresión de Gabriel MARCEL, en Bonneval, en 1965).
 

Fué la encarnación de la Psiquitría francesa, multiforme en sus modalidades de ejercicio, pero unitaria en los fines propuestos (la lucha contra las "enfermedades mentales") y en la ética de su intervención (en el marco estrictamente médico: el problema de sus límites); unida alrededor de él en vida, o de su teoría organodinámica para la posteridad. En todos esos dominios, Ey manifestó siempre una gran capacidad de escucha y de diálogo, de coraje intelectual en el debate de ideas (ya sea en 1946 con LACAN, con los comunistas, o en 1970 con los antipsiquiatras) y en ciertas situaciones políticamente delicadas (en México en 1971 y mas allá).

La huella de sus combates en la historia de la psiquiatría :

* contra el mecanicismo de De CLERAMBAULT y el imperialismo neurológico entre las dos guerras.

* contra el Psicoanálisis extensivo y su paradójica desmedicalisación, luego de la segunda guerra, LACAN y Mayo del 68.

* contra la gran miseria de los Hospitales psiquiátricos (1945, 1952) y de la psiquiatría (Livre blanc, 1965).

* contra la uti!isación abusiva de la psiquiatría a fines represivos y contra la antipisquiatría (1970-77).
 
 

Bien entendido, con el pretexto de ir a la búsqueda de su huella, el propósito no es reanimar conflictos anacrónicos, de los cuales algunos no tienen más razón de ser, sino de subrayar que su resurgencia es posible a cada momento, algunas veces al opuesto - siempre el dualismo -  de aquellos que fueron objeto de combates de Ey y de los psiquiatras de su tiempo: por ejemplo...

1 - la definición y los límites de la "enfermedad mental". El objeto de la psiquiatría es todavía esta última... o el "sufrimiento", el malestar? y debe excluir (o no) el sufrimiento y el malestar del entorno? La psiquiatría se reduce al cuerpo constituído de psiquiatras y a la atención de los pacientes "designados"?.... Todos estos propósitos de tinte antipsiquiátrico han sido el objeto de una controversia entre Ey (9) y J. HOCHMANN, B. de FREMINVILLE, etc...en 1972. Pareciera que algunos estén listos a reabrir el dossier en 1995 (10). Hay que confesar que la noción, seductora y de contornos vagos, de "patología de la libertad" se presta. No es aquí el lugar para desarrollar como conviene ese punto de doctrina esencial.

Debemos reformularnos las tres preguntas de SZASZ (11), actualizadas...? Para quién trabaja el psiquiatra ?

a - para la Sociedad?... Formulación moderna: "basta de exclusion ! Basta de vagabundos, de "esquizos", de Sin Domicilio en las calles..."

b - para el paciente (cliente)?: "déme trabajo, amor, a falta de píldoras de la felicidad..."

c - por la verdad del Sujeto ?... Esta última solución era la privilegiada por SZASZ...y LACAN.

Pero qué lo motivaría? Más allá del dinero... los beneficios segundarios de una ética compartida (effecto de espejo), de una imagen del hombre aceptable, universal. Y la formulación sería "devuélvanle su lugar, su dignidad... y respeten también el mío, por adelantado y por precaución". Allí, la teorización del "Cuerpo Psíquico" y del "devenir consciente" de Ey (nos) parece completamente aceptable.
 
 

2 - los perjuicios de un dualismo (separatismo) encarnizado entre organicistas y psicogenetistas. No se vuelve a hablar de la "causalidad psíquica", mientras los neuromediadores y los psicotrópicos son predominantes?
 
 

3 - el empobrecimiento (cuando no la pauperisación) de la medicina mental de terreno frente a modelos médicos (u hospitalo-céntricos) más prestigiosos
 
 

4 - los daños de una pérdida de especificidad de la psiquiatría por dilución (y no integración) en la Medicina general y "codaje" prematuro o incongruente (12).
 
 

Que el Organo-dinamismo se haya transformado en un systema "médico-filosófico" (otra objeción expresada), tal como fueron calificadas antes de él y en el siglo precedente las obras de PINEL y de ESQUIROL, no nos sorprende ni nos choca. Podemos tomar eso como un homenaje: hombres de ésa dimensión no hay más que uno o dos por siglo. El médico filósofo es el igual de un Dios (HIPOCRATES). Del mismo modo, uno puede preguntarse si las ciencias del hombre (y la psiquiatría es una) pueden evitarse una reflexion filosófica? Al ver lo que han producido hombres tales como K.JASPERS, E. MINKOWSKI y H. EY podemos, con todo derecho, estimar que la Psiquiatría se ha enriquecido y honrado.

Reencontrar la huellas de Henri EY, es ver una dirección, una vía, una evolución, una madurez, el fruto de una experiencia, un ejemplo (escapándose al equívoco y privilegiando la coherencia), la lección de una vida excepcionalmente plena (13). Es, correlativamente, no quedarse en sus textos de 1936 (los más clínicos?) o de 1946 (más teóricos?) y que serán más tarde, cada vez más comprometidos políticamente, jurídicamente, sindicalmente, del mismo modo que no es lícito cerrar la lectura de Freud con los textos de 1895 o de 1905.
Pero más allá de todos esos hechos, de todas las épocas y epopeyas, lo que debemos retener de la lección de Ey,

es que existen trabajos que hay que prolongar, ideas que retomar, desarrollos a continuar y, sobre un plano más general,

que existe siempre un combate a llevar por la Psiquiatría, siempre algo a defender, aún cuando no sea la misma cosa, el mismo contexto...

que nunca nada está definitivamente adquirido en lo que respecta a la libertad y la dignidad del enfermo mental y de su psiquiatra.

El combate por el hombre nunca termina.

A su muerte, en 1977, no podíamos más que inquitarnos por el futuro - ya encima nuestro - de una psiquiatría descuartizada, de "ejercicios paralelistas" (14)... en los cuales la suerte del paciente depende menos del estado presente de la ciencia, de la cualidades profesionales y humanas del médico psiquiatra, que de opciones ideológicas, resistencias, ignorancias y puntos ciegos del practicante que el azar habrá puesto en su camino.

Henri EY, era el sueño de "la psiquiatría unificada" (KOUPERNIK (15)) y como todo genio (o loco) trataba de transformar su sueño en realidad. Muchos creyeron y algunos de nosotros continúan a creer. No es el enfermo quién se quejará, él quién no sabe más a donde ir: al psiquiatra privado o público, al Hospital o a la Clínica, a un psicoanalista médico o no, al Dispensario, a la Agencia por el Empleo, al Socorro Católico?...

"Nadie tiene derecho a jugar con la naturaleza de las cosas y, por doctrina, liberarse de la obligación de estudiar bien minuciosamente los matices y el movimiento del cuadro clínico para, sin prejuzgar, elegir las conductas, fueran las más diversas, capaces de curar" decía EY (16). Los enfoques y las técnicas cambian, la ética permanece.

Henri EY influenció nuestra práctica en todas sus dimensiones, solicitando

  • nuestro intervencionismo contra el abandono (ver su alegto cifrado por el tratamiento activo de los esquizofrénicos),
  • la racionalidad de un plan inspirado por sus actores mismos contra la única e hipotética improvisación burocrática ( Livre blanc ),
  • nuestra resistencia activa contra la difamación ( Colloque de l'Evolution psychiatrique sobre L' Histoire de la folie de FOUCAULT (17)),
  • nuestra intransigencia contra las tentativas de recuperación (su moción en México y su vigorosa Défense et illustration de la psychiatrie (18)).

Debemos pensar a Ey y releerlo cada vez que la Psiquiatría se ve amenazada de aplastamiento por simplificaciones, perversiones o reducciones ultrajantes. Cada vez que se ve amenazada de explosión por furzas disyuntivas o de anexión por algún opresor intelectual, tecnológico o tecnocrático. Los ejemplos sobran, el lugar nos falta aquí, pero cada uno sabe de lo que podemos hablar.

EY nos retrotrae incansablemente al Hombre: el hombre en devenir, llamado a la libertad, al sentido, a la trascendencia (19).

La psiquiatría es la patología del sujeto y de su libertad.

Toda psiquiatría y psicoterapia que se de ésos fines y que se reclame de ésos principios, es buena.

Pero "ella posee una realidad propia que no es otra cosa que ser una patología de la libertad y de la realidad" (20)

La persona no puede ser autónoma si su "sistema de la realidad" falla. Ser autónomo, es ser libre de la tutela de los otros... y dueño de sí mismo (J. CHATEAU).

No hay uno sin el otro.

Abertura, sí.

Ilusión, no.
 
 
 
 

NOTAS

1. Des idées de Jackson à un modèle organodynamique en Psychiatrie. 1 vol. Privat 1975, p. 274 .

2. Histoire et structure du savoir psychiatrique. Les fondements de la clinique 1. Emergences 1991, 216.

3. La Conscience, 2ème ed.1968 , pp. 270-71.

4. Cuadro de conceptos-clave al final del Traité des Hallucinations (1973) t.II, pp. 1433-1436.

5. Le Traité des Hallucinations de EY,déconstruction, réévaluation et refonte du savoir psychiatrique. Evol. Psychiat.1975 n°1.

6. Henri EY, dix ans aprés. Influence de Henri EY. Psychiatries n°79, 1987/4.

7. "Théorie de la relativité généralisée de la désorganisation de l'être conscient et des diverses maladies mentales "(Rapport au Vléme Congrés mondial de Psychiatrie, Madrid,1966. Evol.Psychiat.1970, n°1. Et,vide supra: Des Idées de Jackson à un modèle organodynamique ...

8."Henri EY ou la psychiatrie unifiée" según el título del Concours médical du 7-1-1978 ( C. KOUPERNlK).

9. Discours du Président de la Commission de la Santé mentale au Ministère de la Santé (24 mars 1971) ou Fermes propos (Entretiens psychiatriques n°15, Privat 1972, pp281,292: "...cuando la psiquiatría pierde sus límites, pierde su sentido".

10 J.MAISONDIEU: Psychiatrie des limites, limites de la Psychiatrie. Nervure, mars 1995,74-79 y Journées de l'Association française de Psychiatrie, les 12 et 13 mai 95 à Nice.

11. Ethique de la Psychana!yse, Payot 1975,pp,30-31.

12. Cf "La fin de la médecine spécialisée",  A. FROBERT, Synapse déc.1992, n° 91

13. "Participó a todas las luchas comunes de la psiquiatría y fué el alma de la mayoría, escribe DAUMEZON. Continuó esas batallas hasta el fin..." y lo más llamativo es que él, el mayor no "aflojó" nunca, no perdió su ardor, mientras que nosotros, uno detrás del otro, confesémoslo, estábamos agotados" (Perspectives psychiatriques 1976, n° 65,p9).

14. Título de una de sus respuestas a un texto de J.CAIN. Evol.Psychiat. 1976, oct-déc.p837.

15. Loc.cit... Ejercer la Psiquiatría, ser psiquiatra es adoptar ése punto de vista "que permite captar la unidad de la diversidad" escribe en el prefacio a los 1ers Entretiens psychiatriques, el 22 juin l952

16."Méthodes et techniques thérapeutiques en psychiatrie". EMC Psychiatries T3,1976

17-Evolution psychiatrique, avril-juin 1971

18.1 vol. Masson, 1977 ;

19. Traité des hallucinations t.II, p1437.

20. Prefacio al 15éme volume des Entretiens psychiatriques, Privat, 1971-72, p 14.

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